CAMBIO
Y CONTINUIDAD EN CHINA
China
estrena nuevo Presidente
Por:
Johnny Montalvo Falcón*
La quinta generación de líderes chinos
ha iniciado su mandato en China. Xi Jinping, nuevo Presidente de la República
Popular, ha prometido una economía menos desequilibrada, un Gobierno más limpio
y eficiente, una sociedad más justa y una intensificación de los esfuerzos
contra la corrupción. La designación de Xi Jinping como presidente —con 2.952
votos a favor y uno en contra— se ha producido en el marco de la sesión anual
de la Asamblea Nacional Popular en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing. Este
cambio generacional se inició el año pasado cuando se celebró el XVIII Congreso
del Partido Comunista Chino (8-14 de noviembre), crucial evento donde se renovó
toda la dirección partidaria con la “quinta generación” de líderes tras las de
Mao Zedong, Deng Xiaoping, Jiang Zemin y Hu Jintao, que deberá continuar con la
Política Reforma y Apertura y enfrentar los desafíos tanto internos como
externos que amenazan la estabilidad en que se han sustentado las tres décadas
del despegue económico iniciado por Deng Xiaoping (1904-1997), reconocido como
el arquitecto de la reforma, en diciembre de 1978.
LA
QUINTA GENERACIÓN DE LÍDERES
El pasado domingo 17 de marzo finalizó
la XII Legislatura de la Asamblea Nacional Popular (ANP) de China, la cual
durante casi sus dos semanas de deliberaciones (se inició el 5 de marzo) ha
señalado los lineamientos estratégicos para la nueva etapa en el camino del
desarrollo de la República Popular. Durante la conclusión de sus sesiones, los 2
987 diputados aprobaron el Informe del Gobierno, los Presupuestos del gobierno central
y de los gobiernos locales, el Plan de Desarrollo Económico-social del año 2013
y los Reportes del Comité Permanente de la XI legislatura, de la Corte Suprema
y de la Procuraduría Suprema.
Del mismo modo, la XII Legislatura de la
Asamblea Nacional ha cerrado el proceso de ascenso al poder de la “quinta
generación” de líderes chinos –tras la de Mao Zedong, Deng Xiaoping, Jiang
Zemin y Hu Jintao– designados durante el XVIII Congreso del Partido Comunista
Chino celebrado en noviembre pasado. Xi Jinping, de 59 años, sucedió el jueves
pasado a Hu Jintao como Presidente de la República Popular, y, el viernes, Li
Keqiang, de 57 años, fue elegido Primer Ministro. Aunque oficialmente han sido
nombrados en sus puestos por cinco años, es más que probable que ambos líderes los
ocuparán durante una década salvo algún contratiempo.
La quinta generación de líderes chinos
ha iniciado su mandado con la promesa de una economía menos desequilibrada, un
Gobierno más limpio y eficiente, una sociedad más justa y una intensificación
de los esfuerzos contra la corrupción. Así lo han asegurado el presidente, Xi
Jinping –quien se ha comprometido a luchar por el “gran renacimiento de la Nación
China”-, y el primer ministro, Li Keqiang. El primero, en su discurso ante los diputados
chinos en la clausura de la sesión anual de la ANP, en el Gran Palacio del
Pueblo, en Beijing, con el que ha quedado cerrado el proceso de transición de
poder a la nueva generación de dirigentes. El segundo, en rueda de prensa ante
cientos de periodistas, en uno de los salones del mismo edificio.
Al clausurar el 17 de marzo la XII
legislatura de la ANP, Xi Jinping ha pedido “arduos esfuerzos para la continua
materialización del gran renacimiento de la nación china y el sueño chino”.
También ha instado al Ejército a que refuerce su capacidad para “ganar
batallas”, ha vuelto resaltar la necesidad de “luchar contra la corrupción”,
que, según ha asegurado, es una amenaza para la continuidad del Partido
Comunista Chino (PCCh), y ha exhortado a los diputados a que rechacen “con
determinación el formalismo, la burocracia, el hedonismo y la extravagancia”.
Poco después, Li Keqiang, en su
condición de nuevo Primer Ministro, contestó sonriente y con soltura por casi
dos horas las preguntas de los periodistas. Li ha prometido que el Gobierno
responderá a las demandas de la gente, reducirá las grandes diferencias
sociales, proporcionará mejor cobertura sanitaria, luchará contra la
corrupción, hará frente a la degradación medioambiental y reformará en
profundidad el modelo económico. Dijo
que “la prioridad número uno será mantener un crecimiento económico
sostenible”, dando mayor espacio a las fuerzas del mercado. “La clave es la
transformación económica. Necesitamos combinar los dividendos de la reforma, el
potencial de la demanda doméstica y la vitalidad de la creatividad”, ha
señalado.
Del mismo modo Li, ha dicho que es
primordial que aumente el consumo interno de los chinos para hacer sostenible
el crecimiento económico. También ha señalado que en los próximos años será
acelerado el proceso de urbanización del país, imprescindible para impulsar el
consumo y continuar el desarrollo chino. Finalmente Li ha reiterado la necesidad
de disminuir las diferencias de ingresos per cápita entre las zonas rurales y
las urbanas y entre las diferentes regiones, mejorar el acceso de la población
a la seguridad social y la Sanidad, y hacer frente a la contaminación. “No
debemos buscar el crecimiento económico a costa del medio ambiente. Ese
crecimiento no satisfará a la gente”, ha señalado, mientras la polución
envolvía Pekín y la calidad del aire era calificada de “muy peligrosa”. También
prometió medidas de austeridad en los gastos gubernamentales.
Debe resaltarse que durante la XII
Legislatura de la ANP han sido nombrados todos los altos cargos del Gobierno.
Al concluir esta Legislatura se procedió a elegir el presidente y
vicepresidente, primer ministro y viceprimeros ministros, consejeros de estado,
integrantes del gabinete, hasta otros cargos judiciales y de importancia como
el de Gobernador del Banco Popular de China. El nuevo aparato gubernamental,
como ya se dijo, estará encabezado por Xi Jinping en su doble condición de
presidente de la República Popular China y secretario general del Partido
Comunista Chino (PCCh). Como Primer Ministro se eligió a Li Kegiang, de 57
años, graduado de leyes y economía en la Universidad de Beijing e integrante
del Comité Permanente del Buró Político del PCCh.
Los diputados de la APN refrendaron la
lista de integrantes del Consejo de Estado y eligieron al líder reformista Li
Yuanchao como Vicepresidente, escogiendo a Zhang Gaoli, Liu Yandong (la única
mujer), Wang Yang y Ma Kai, como Vice Primeros Ministros. La XII Legislatura también
aprobó los nombramientos como Vicepresidentes de la Comisión Militar Central de
los generales Fan Changlong y Xu Qiliang, ambos miembros del Buró Político del
PCCh, y como sus integrantes a Chang Wanquan (nombrado Ministro de Defensa) y
Fang Fenghui, entre otros. También se ha escogido a los cinco Consejeros de
Estado –incluido Yang Jiechi, hasta ahora Ministro de Exteriores-, y a los 25 Ministros.
Wang Yi, veterano diplomático que fue Embajador
en Japón de 2004 a 2007 y es especialista en Corea del Norte, es el nuevo Ministro
de Relaciones Exteriores; Gao Hucheng, que tiene un doctorado de Sociología en
París, es el nuevo responsable del Ministerio de Comercio; el general Chang
Wanquan ha sido nombrado Ministro de Defensa y Xu Shaoshi estará a cargo de la
Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma. Yu Zhengsheng, integrante del Comité
Permanente del Buró Político, ha sido designado Presidente de la Conferencia
Consultiva Política del Pueblo Chino.
Del mismo modo, se ha elegido como
Presidente de la Corte Suprema Popular a Zhou Qiang, miembro del Comité Central
del PCCh y actual secretario del partido gobernante en la provincia de Hunan y
como Procurador General fue reelecto Cao Jianming, también integrante del
Comité Central y en ese cargo desde 2008. Finalmente se ha mantenido en el
cargo de Gobernador del Banco Popular al economista y banquero Zhou Xiaochuan,
quien ocupa ese cargo desde el año 2002. Zhou, conocido como el Alan Greenspan
de China, también ha sido escogido como uno de los Vicepresidentes de la
Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino.
REESTRUCTURACIÓN
DEL APARATO ESTATAL
Durante la XII Legislatura de la ANP los
2.987 diputados llegaron a importantes acuerdos entre los que destacan la
aprobación del Plan de Reorganización
del aparato estatal que constituye la mayor reforma del gobierno desde 1998 y que
ha reducido el número de Ministerios de 27 a 25, separando las tareas puramente
administrativas de las empresariales, con la intención de acabar con la
burocracia, lograr más eficiencia en la administración, terminar con la
duplicidad de funciones y luchar contra la corrupción. Del mismo modo, se ha
suprimido el antaño poderoso Ministerio de Ferrocarriles, anexando sus
funciones al Ministerio de Transportes que de ahora en adelante se hará cargo
de la planificación y desarrollo del sistema ferroviario, y se ha creado la
Corporación de Ferrocarriles de China que asumirá las labores comerciales y de
servicios.
El Ministerio de Ferrocarriles con más
de dos millones de empleados, ha sido un organismo que tuvo muchas críticas
debido a los escándalos de corrupción, el evidente despilfarro y su creciente
endeudamiento por una pésima gestión de los recursos. El anterior Ministro de
Ferrocarriles, Liu Zhijun fue destituido en 2011 y está a la espera de ser
juzgado por corrupción. En julio de ese año, cuando Liu ya había sido
expulsado, 40 personas murieron en el accidente de un tren de alta velocidad en
la ciudad de Wenzhou (provincia de Zhejiang). El desastre provocó airadas protestas
de la población, que acusó a las autoridades de haber comprometido la seguridad
de los viajantes por extender la red ferroviaria de manera acelerada.
El
Plan de reorganización gubernamental también ha establecido la fusión de
la Comisión de Planificación Familiar –el organismo que controla la
controvertida política del hijo único– con el Ministerio de Salud. Esta
integración busca mejorar las políticas de planificación familiar, las mismas
que deben continuar “basadas en tasas de nacimiento bajas y estables”. Del
mismo modo, la reestructuración ministerial buscará incrementar la seguridad
alimentaria y el abastecimiento general de las medicinas, para lo cual han sido
unificadas las responsabilidades de los diferentes organismos existentes en una
Administración General de Alimentos y Fármacos.
La Administración Oceánica Nacional agrupará
la labor de varios organismos como el servicio de guardacostas y la Policía de Aduanas
Marítimas, bajo el Ministerio de la Tierra y los Recursos. Esta modificación se
produce en un momento en el que el gobierno de la República Popular China se
enfrenta a crecientes tensiones con Japón por el tema de la soberanía de las
islas Diaoyu, y también tiene disputas territoriales y marítimas con algunos de
sus vecinos asiáticos como la India, Vietnam y Filipinas.
La Administración General de Prensa y
Publicación y la Administración Estatal de Radio, Cine y Televisión serán
fusionadas, y se ha resuelto disolver la Comisión Reguladora de Electricidad,
cuyas responsabilidades pasarán de ahora en adelante a la Administración
Nacional de Energía, que será reorganizada y permanecerá bajo la Comisión Nacional
de Desarrollo y Reforma, el organismo responsable de la planificación económica
de la República Popular China.
En un discurso muy crítico ante los
diputados de la ANP, Ma Kai, secretario general del Consejo de Estado (que hace
las veces de un Consejo de Ministros), ha asegurado que “el sistema de
administración en vigor tiene todavía muchas áreas no adecuadas a las demandas
de nuevas circunstancias y deberes”. Para Ma la inadecuada supervisión ha
conducido a “trabajo que no ha sido hecho o ha sido hecho de forma
desorganizada, y a abuso de poder y corrupción”. Ma ha añadido que, mientras en
algunas áreas no hay dirección eficiente, en otras existen “demasiados
cocineros en la cocina”.
La quinta generación de líderes del PCCh
toma el mando del gobierno central en un momento en que el crecimiento de la
economía china se ha ralentizado y el modelo de desarrollo ideado hace más de
30 años necesita una serie de mejoras para evitar que se agote. El nuevo
gobierno de China con Xi Jinping a la cabeza, tendrá que hacer frente a los
desafíos de convertir el modelo económico en más sostenible y equilibrado con
el medio ambiente, de promover un mayor consumo de una clase media cada vez más
amplia que juega cada vez un papel importante y, de mantener los flujos de
inversión y el crecimiento comercial en un mundo azotado por la crisis
financiera.
En ese contexto, el nuevo gobierno de
China se ha fijado como meta duplicar el PIB real y los ingresos per cápita,
tanto de la población urbana como de la rural para 2020 con respecto al año
2010. Desde el inicio de la Política “Reforma y Apertura” diseñada por Deng
Xiaoping, en el año 1978, los dirigentes chinos se han venido comprometiendo a
multiplicar por dos el tamaño de la economía cada 10 años. El nuevo
Gobierno prevé que el PIB sea de 7,5%
este año, frente al 7,8% logrado en 2012, el ritmo más lento en los últimos 13
años. Asegurar el crecimiento económico permitirá al gobierno chino sortear los
desafíos y pruebas de los próximos años.
Ya que si bien es cierto que el modelo
de desarrollo chino ha permitido sacar a cientos de millones de personas de la
pobreza, también es cierto que las desigualdades sociales se vienen ampliando y
están alcanzado un nivel peligroso para el gobierno del Partido Comunista que
viene siendo azotado por escandalosos casos de corrupción de algunos de sus
dirigentes. Asimismo, la degradación ambiental producida por las industrias que
no respetan el medio ambiente es fuente creciente de protestas sociales. Por
último, hay una clase media y una población cada vez más informada que está
conectada por Internet al mundo y podría reclamar mayores derechos sociales y
políticos en el futuro inmediato.
Debido a esos desafíos, Xi Jinping ha
señalado que en los próximos años se dará prioridad a la mejoría del bienestar
de la población con la elevación de su nivel de vida, con el objetivo de
reducir la brecha entre ricos y pobres; y Li Kegiang ha resaltado que las
principales tareas del gobierno se encaminan hacia el crecimiento económico, la
mejoría del bienestar de la población y la salvaguarda de la justicia social, y
se comprometió a enfrentar con más resolución y acciones la contaminación
ambiental y la seguridad alimentaria. “Vamos a mejorar el modelo de desarrollo
económico chino, lo que significa que el pueblo podrá disfrutar de aire limpio,
agua potable y alimentos seguros”, expresó.
Los dirigentes chinos sabrán sortear las
dificultades y nuevos desafíos que vienen apareciendo en esta experiencia nueva
que significa la construcción del modelo socialista de desarrollo con
peculiaridades chinas aplicado desde los tiempos de Deng Xiaoping. El objetivo
principal de la quinta generación de líderes será alcanzar una economía
próspera que mantenga el crecimiento sostenido y respete el medio ambiente; una
economía donde todo el pueblo chino goce del bienestar en armonía. La finalidad
es construir una “civilización ecológica”, una sociedad ahorradora de recursos y
respetuosa del medio ambiente como lo ha señalado el nuevo presidente chino, Xi
Jinping.
Lima, 18 de marzo de 2013.
NOTA:
Gracias a una invitación del Gobierno
Chino tuve oportunidad de observar algunos de los acontecimientos que he
narrado y lo primero que me sorprendió fue la amplia libertad de información
del que goza el pueblo chino sobre sus temas internos y sobre su política
internacional. Fui testigo de cómo el ciudadano común y corriente sentía
indignación ante los anuncios de la prensa en el proceso que se inició para
investigar los actos de corrupción de Bo Xilai y su esposa. Del mismo modo,
tuve ocasión de presenciar la indignación de los chinos frente a las
provocaciones japonesas en lo que se refiere a la disputa por la soberanía
nacional sobre las islas Diaoyu. Las manifestaciones anti japonesas no fueron
manipuladas por el gobierno chino sino que fueron expresiones espontáneas de
los ciudadanos chinos, lo que revela el sentimiento de unidad nacional.
Asimismo, conversando con el señor Kang
Xuetong, director general para América Latina y el Caribe de la Dirección
Nacional del PCCh, pude observar la importancia que tiene para los dirigentes
del PCCh y funcionarios de gobierno de la República Popular, las relaciones con
los países latinoamericanos y en especial con el Perú.