HUMALA EN SU
LABERINTO
Johnny
Montalvo
En una
entrevista televisiva el último fin de semana el presidente Humala hizo gala
de la ironía y el sarcasmo frente a las preguntas que se hace hoy en día gran
parte de la opinión pública: ¿Petroperú va a comprar Repsol? ¿Postulará el 2016
la Primera Dama? Fiel a su “estilo” el Presidente no ha contestado “sí” o “no”,
sino –como casi en todos los temas de interés público donde existe la
probabilidad del rechazo mayoritario de la población– el presidente por temor o
por “estrategia” nos dice que el tema “no está en Agenda”, que “se verá más
adelante” o que “se está estudiando para dar una respuesta técnica”. Como sí
gobernar fuera algo que se prolongara durante una eternidad, el presidente
Humala se da tiempo para todo, olvidándose que lo eligieron para que nos
gobernara sólo por 5 años y que ya está casi a la mitad de su mandato y todavía
no puede exhibir a los peruanos alguna obra de gran envergadura. Los tiempos se
agotan para todos y especialmente para los que detentan el poder. 5 años se van
volando, si no que le pregunte a los presidentes Toledo y García. A menos que el
presidente Humala esté pensando que su mujer puede ser candidata en el 2016 y
que por lo tanto habrá cierta “continuidad”. Los temas de la reelección
encubierta -que Alan García ha denominado como “reelección conyugal”- y del rol
empresarial del Estado forman parte del “Laberinto” en que se ha introducido el
presidente Humala en los últimos días.
El tema de la
compra de Repsol por Petroperú ha remecido la confianza empresarial en el país.
Y esto debería tomarse muy en serio. El hecho que al día siguiente de la
entrevista al presidente, el precio del dólar se dispare, no es una buena
noticia. El presidente ha resaltado algo que asusta a todos los poderes
fácticos: “sector estratégico”. ¿Qué es esto que se hace tan difícil de digerir
por los principales agentes económicos del país? Precisamente es algo que no
tiene una definición concreta e históricamente los países que han tenido
gobiernos totalitarios o autoritarios han manejado sin eficiencia muchas
empresas “estratégicas”. Esta palabrita ha servido durante casi un siglo para
que funcionarios y burócratas de “izquierda” o de “derecha” destruyan economías
de países que tenían ingentes recursos económicos y enorme potencial humano (el
caso de Argentina es emblemático). En Latinoamérica hemos tenido muchos sectores
“estratégicos” que no sólo han incluido el petróleo o el gas sino también la
pesca, la industria de línea blanca, la industria de ensamblaje de automóviles,
líneas aéreas que han quebrado por doquier arrastrando al Estado hacia grandes
déficits fiscales y el consabido endeudamiento por las obligaciones impagas del
“sector estratégico”. El presidente Humala sólo tiene razón en algo. El tema de
la compra no tiene que ver con las ideologías. Es un tema de SENTIDO COMÚN. El
Estado empresarial fracasó a lo largo y ancho del planeta. El Estado tiene que
ser más grande sí, pero no con más empresas y la burocracia y corrupción que
traen consigo aparejados, sino que tenga mayor presencia a nivel nacional dando
seguridad, salud, educación y comunicación a todos sus ciudadanos.
De otro lado,
el presidente se ha burlado con una sonrisa irónica de quienes han
colocado en la “agenda” el tema de la postulación de su esposa Nadine Heredia.
Dice que él no “ayudará” a salir de ese tema con la simple declaración de que su
esposa no postulará en el 2016. Pero se debe tomar en cuenta lo que ha dicho
soterradamente. En primer lugar, ha recalcado que no hay un cogobierno con
Nadine, no existe un gobierno de la “pareja presidencial” y que por lo tanto no
sería posible una “reelección conyugal” como ha señalado el líder aprista. En
segundo lugar, ha señalado que Nadine Heredia es dirigente de su partido y tiene
su propia trayectoria política; con esta afirmación no está dejando claro que la
primera Dama también podría tener “ambiciones políticas propias”; ergo: podría
postular a la presidencia de la República. Por último, hace mención a que los
probables candidatos le tienen “miedo” a Nadine por su alta aprobación en la
opinión pública. Lo que no dice el presidente es que los demás “probables”
candidatos no tienen los recursos del Estado y toda la parafernalia que si tiene
Nadine Heredia todos los días a lo largo y ancho del país. Si ella llegara a
postular en el 2016 ya existiría un fraude en las elecciones desde el
momento en que la primera Dama aprovechó de esos ingentes recursos para hacerse
“popular” y conocida hasta en los más recónditos lugares del país. Esto es lo
que no le dicen sus asesores a la pareja presidencial, y es algo en que tampoco
han reparado la mayoría de líderes políticos. Si Nadine Heredia postulará en el
2016, se podría alegar un “fraude en el proceso” debido a que no existió
igualdad de condiciones a lo largo de toda la campaña electoral que se ha
iniciado ya con mucha anticipación. Algo así se alegó en la campaña del año 2000
contra Alberto Fujimori y algo así está alegando actualmente el excandidato
opositor Henrique Capriles en Venezuela.
Por último, en
la línea de lo que han venido diciendo algunos congresistas nacionalistas, el
presidente Ollanta Humala ha señalado que no hay “garantes”, que sólo hubo un
apoyo a su proyecto de parte de Mario Vargas Llosa y Alejandro Toledo. Con esto
queda muy claro que los ciudadanos que votaron por el discurso de ambos
personajes a favor del candidato nacionalista han quedado “varados” en medio del
tormentoso panorama político que se avecina en el 2016. El presidente Humala se
ha “independizado”. Poco a poco va demostrando quién es y que quiere hacer
realmente. Ha recalcado que “la hoja de ruta” es el camino de “la gran
Transformación”. Bueno, esto por un lado es positivo. De ahora en adelante, los
políticos que avalaron y siguen avalando en el Congreso al gobierno nacionalista
tendrán que explicar a sus militantes y simpatizantes cuál es el camino a
seguir. Si están con el “continuismo autoritario” o si están con la defensa de
los valores y principios democráticos y del espíritu de nuestra Constitución
Histórica que no permite la reelección inmediata, ni “encubierta” al estilo de
los Kirchner en Argentina. La democracia no se expresa sólo en elecciones cada 5
años. La Democracia es un estilo de vida, es una “cultura”, un Sistema que
incluye las elecciones pero con un trasfondo de equidad e igualdad en la
participación de las diferentes opciones políticas, un Sistema que no permite el
“continuismo” porque lleva al autoritarismo y a la corrupción, como ha quedado
demostrado a todo lo largo de nuestra Historia Republicana. Hay que definir de
qué lado estamos los peruanos. Por esta razón señale en un artículo anterior que
la eventual candidatura de Nadine Heredia iba a polarizar el país. Esto recién
comienza y habrá que ser firmes en las convicciones. Los peruanos estamos hartos
de los gobiernos autoritarios!
Lima, 29 de
abril de 2013.