miércoles, 20 de marzo de 2013

CAMBIO Y CONTINUIDAD EN CHINA


CAMBIO Y CONTINUIDAD EN CHINA
China estrena nuevo Presidente
Por: Johnny Montalvo Falcón*
 
La quinta generación de líderes chinos ha iniciado su mandato en China. Xi Jinping, nuevo Presidente de la República Popular, ha prometido una economía menos desequilibrada, un Gobierno más limpio y eficiente, una sociedad más justa y una intensificación de los esfuerzos contra la corrupción. La designación de Xi Jinping como presidente —con 2.952 votos a favor y uno en contra— se ha producido en el marco de la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing. Este cambio generacional se inició el año pasado cuando se celebró el XVIII Congreso del Partido Comunista Chino (8-14 de noviembre), crucial evento donde se renovó toda la dirección partidaria con la “quinta generación” de líderes tras las de Mao Zedong, Deng Xiaoping, Jiang Zemin y Hu Jintao, que deberá continuar con la Política Reforma y Apertura y enfrentar los desafíos tanto internos como externos que amenazan la estabilidad en que se han sustentado las tres décadas del despegue económico iniciado por Deng Xiaoping (1904-1997), reconocido como el arquitecto de la reforma, en diciembre de 1978.
 
LA QUINTA GENERACIÓN DE LÍDERES
El pasado domingo 17 de marzo finalizó la XII Legislatura de la Asamblea Nacional Popular (ANP) de China, la cual durante casi sus dos semanas de deliberaciones (se inició el 5 de marzo) ha señalado los lineamientos estratégicos para la nueva etapa en el camino del desarrollo de la República Popular. Durante la conclusión de sus sesiones, los 2 987 diputados aprobaron el Informe del Gobierno, los Presupuestos del gobierno central y de los gobiernos locales, el Plan de Desarrollo Económico-social del año 2013 y los Reportes del Comité Permanente de la XI legislatura, de la Corte Suprema y de la Procuraduría Suprema.
Del mismo modo, la XII Legislatura de la Asamblea Nacional ha cerrado el proceso de ascenso al poder de la “quinta generación” de líderes chinos –tras la de Mao Zedong, Deng Xiaoping, Jiang Zemin y Hu Jintao– designados durante el XVIII Congreso del Partido Comunista Chino celebrado en noviembre pasado. Xi Jinping, de 59 años, sucedió el jueves pasado a Hu Jintao como Presidente de la República Popular, y, el viernes, Li Keqiang, de 57 años, fue elegido Primer Ministro. Aunque oficialmente han sido nombrados en sus puestos por cinco años, es más que probable que ambos líderes los ocuparán durante una década salvo algún contratiempo.
La quinta generación de líderes chinos ha iniciado su mandado con la promesa de una economía menos desequilibrada, un Gobierno más limpio y eficiente, una sociedad más justa y una intensificación de los esfuerzos contra la corrupción. Así lo han asegurado el presidente, Xi Jinping –quien se ha comprometido a luchar por el “gran renacimiento de la Nación China”-, y el primer ministro, Li Keqiang. El primero, en su discurso ante los diputados chinos en la clausura de la sesión anual de la ANP, en el Gran Palacio del Pueblo, en Beijing, con el que ha quedado cerrado el proceso de transición de poder a la nueva generación de dirigentes. El segundo, en rueda de prensa ante cientos de periodistas, en uno de los salones del mismo edificio.
Al clausurar el 17 de marzo la XII legislatura de la ANP, Xi Jinping ha pedido “arduos esfuerzos para la continua materialización del gran renacimiento de la nación china y el sueño chino”. También ha instado al Ejército a que refuerce su capacidad para “ganar batallas”, ha vuelto resaltar la necesidad de “luchar contra la corrupción”, que, según ha asegurado, es una amenaza para la continuidad del Partido Comunista Chino (PCCh), y ha exhortado a los diputados a que rechacen “con determinación el formalismo, la burocracia, el hedonismo y la extravagancia”.
Poco después, Li Keqiang, en su condición de nuevo Primer Ministro, contestó sonriente y con soltura por casi dos horas las preguntas de los periodistas. Li ha prometido que el Gobierno responderá a las demandas de la gente, reducirá las grandes diferencias sociales, proporcionará mejor cobertura sanitaria, luchará contra la corrupción, hará frente a la degradación medioambiental y reformará en profundidad el modelo económico.  Dijo que “la prioridad número uno será mantener un crecimiento económico sostenible”, dando mayor espacio a las fuerzas del mercado. “La clave es la transformación económica. Necesitamos combinar los dividendos de la reforma, el potencial de la demanda doméstica y la vitalidad de la creatividad”, ha señalado.
Del mismo modo Li, ha dicho que es primordial que aumente el consumo interno de los chinos para hacer sostenible el crecimiento económico. También ha señalado que en los próximos años será acelerado el proceso de urbanización del país, imprescindible para impulsar el consumo y continuar el desarrollo chino. Finalmente Li ha reiterado la necesidad de disminuir las diferencias de ingresos per cápita entre las zonas rurales y las urbanas y entre las diferentes regiones, mejorar el acceso de la población a la seguridad social y la Sanidad, y hacer frente a la contaminación. “No debemos buscar el crecimiento económico a costa del medio ambiente. Ese crecimiento no satisfará a la gente”, ha señalado, mientras la polución envolvía Pekín y la calidad del aire era calificada de “muy peligrosa”. También prometió medidas de austeridad en los gastos gubernamentales.
Debe resaltarse que durante la XII Legislatura de la ANP han sido nombrados todos los altos cargos del Gobierno. Al concluir esta Legislatura se procedió a elegir el presidente y vicepresidente, primer ministro y viceprimeros ministros, consejeros de estado, integrantes del gabinete, hasta otros cargos judiciales y de importancia como el de Gobernador del Banco Popular de China. El nuevo aparato gubernamental, como ya se dijo, estará encabezado por Xi Jinping en su doble condición de presidente de la República Popular China y secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh). Como Primer Ministro se eligió a Li Kegiang, de 57 años, graduado de leyes y economía en la Universidad de Beijing e integrante del Comité Permanente del Buró Político del PCCh.
Los diputados de la APN refrendaron la lista de integrantes del Consejo de Estado y eligieron al líder reformista Li Yuanchao como Vicepresidente, escogiendo a Zhang Gaoli, Liu Yandong (la única mujer), Wang Yang y Ma Kai, como Vice Primeros Ministros. La XII Legislatura también aprobó los nombramientos como Vicepresidentes de la Comisión Militar Central de los generales Fan Changlong y Xu Qiliang, ambos miembros del Buró Político del PCCh, y como sus integrantes a Chang Wanquan (nombrado Ministro de Defensa) y Fang Fenghui, entre otros. También se ha escogido a los cinco Consejeros de Estado –incluido Yang Jiechi, hasta ahora Ministro de Exteriores-, y a los 25 Ministros.
Wang Yi, veterano diplomático que fue Embajador en Japón de 2004 a 2007 y es especialista en Corea del Norte, es el nuevo Ministro de Relaciones Exteriores; Gao Hucheng, que tiene un doctorado de Sociología en París, es el nuevo responsable del Ministerio de Comercio; el general Chang Wanquan ha sido nombrado Ministro de Defensa y Xu Shaoshi estará a cargo de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma. Yu Zhengsheng, integrante del Comité Permanente del Buró Político, ha sido designado Presidente de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino.
Del mismo modo, se ha elegido como Presidente de la Corte Suprema Popular a Zhou Qiang, miembro del Comité Central del PCCh y actual secretario del partido gobernante en la provincia de Hunan y como Procurador General fue reelecto Cao Jianming, también integrante del Comité Central y en ese cargo desde 2008. Finalmente se ha mantenido en el cargo de Gobernador del Banco Popular al economista y banquero Zhou Xiaochuan, quien ocupa ese cargo desde el año 2002. Zhou, conocido como el Alan Greenspan de China, también ha sido escogido como uno de los Vicepresidentes de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino.
 
REESTRUCTURACIÓN DEL APARATO ESTATAL
Durante la XII Legislatura de la ANP los 2.987 diputados llegaron a importantes acuerdos entre los que destacan la aprobación  del Plan de Reorganización del aparato estatal que constituye la mayor reforma del gobierno desde 1998 y que ha reducido el número de Ministerios de 27 a 25, separando las tareas puramente administrativas de las empresariales, con la intención de acabar con la burocracia, lograr más eficiencia en la administración, terminar con la duplicidad de funciones y luchar contra la corrupción. Del mismo modo, se ha suprimido el antaño poderoso Ministerio de Ferrocarriles, anexando sus funciones al Ministerio de Transportes que de ahora en adelante se hará cargo de la planificación y desarrollo del sistema ferroviario, y se ha creado la Corporación de Ferrocarriles de China que asumirá las labores comerciales y de servicios.
El Ministerio de Ferrocarriles con más de dos millones de empleados, ha sido un organismo que tuvo muchas críticas debido a los escándalos de corrupción, el evidente despilfarro y su creciente endeudamiento por una pésima gestión de los recursos. El anterior Ministro de Ferrocarriles, Liu Zhijun fue destituido en 2011 y está a la espera de ser juzgado por corrupción. En julio de ese año, cuando Liu ya había sido expulsado, 40 personas murieron en el accidente de un tren de alta velocidad en la ciudad de Wenzhou (provincia de Zhejiang). El desastre provocó airadas protestas de la población, que acusó a las autoridades de haber comprometido la seguridad de los viajantes por extender la red ferroviaria de manera acelerada.
El  Plan de reorganización gubernamental también ha establecido la fusión de la Comisión de Planificación Familiar –el organismo que controla la controvertida política del hijo único– con el Ministerio de Salud. Esta integración busca mejorar las políticas de planificación familiar, las mismas que deben continuar “basadas en tasas de nacimiento bajas y estables”. Del mismo modo, la reestructuración ministerial buscará incrementar la seguridad alimentaria y el abastecimiento general de las medicinas, para lo cual han sido unificadas las responsabilidades de los diferentes organismos existentes en una Administración General de Alimentos y Fármacos.
La Administración Oceánica Nacional agrupará la labor de varios organismos como el servicio de guardacostas y la Policía de Aduanas Marítimas, bajo el Ministerio de la Tierra y los Recursos. Esta modificación se produce en un momento en el que el gobierno de la República Popular China se enfrenta a crecientes tensiones con Japón por el tema de la soberanía de las islas Diaoyu, y también tiene disputas territoriales y marítimas con algunos de sus vecinos asiáticos como la India, Vietnam y Filipinas.
La Administración General de Prensa y Publicación y la Administración Estatal de Radio, Cine y Televisión serán fusionadas, y se ha resuelto disolver la Comisión Reguladora de Electricidad, cuyas responsabilidades pasarán de ahora en adelante a la Administración Nacional de Energía, que será reorganizada y permanecerá bajo la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, el organismo responsable de la planificación económica de la República Popular China.
En un discurso muy crítico ante los diputados de la ANP, Ma Kai, secretario general del Consejo de Estado (que hace las veces de un Consejo de Ministros), ha asegurado que “el sistema de administración en vigor tiene todavía muchas áreas no adecuadas a las demandas de nuevas circunstancias y deberes”. Para Ma la inadecuada supervisión ha conducido a “trabajo que no ha sido hecho o ha sido hecho de forma desorganizada, y a abuso de poder y corrupción”. Ma ha añadido que, mientras en algunas áreas no hay dirección eficiente, en otras existen “demasiados cocineros en la cocina”.
La quinta generación de líderes del PCCh toma el mando del gobierno central en un momento en que el crecimiento de la economía china se ha ralentizado y el modelo de desarrollo ideado hace más de 30 años necesita una serie de mejoras para evitar que se agote. El nuevo gobierno de China con Xi Jinping a la cabeza, tendrá que hacer frente a los desafíos de convertir el modelo económico en más sostenible y equilibrado con el medio ambiente, de promover un mayor consumo de una clase media cada vez más amplia que juega cada vez un papel importante y, de mantener los flujos de inversión y el crecimiento comercial en un mundo azotado por la crisis financiera.
En ese contexto, el nuevo gobierno de China se ha fijado como meta duplicar el PIB real y los ingresos per cápita, tanto de la población urbana como de la rural para 2020 con respecto al año 2010. Desde el inicio de la Política “Reforma y Apertura” diseñada por Deng Xiaoping, en el año 1978, los dirigentes chinos se han venido comprometiendo a multiplicar por dos el tamaño de la economía cada 10 años. El nuevo Gobierno  prevé que el PIB sea de 7,5% este año, frente al 7,8% logrado en 2012, el ritmo más lento en los últimos 13 años. Asegurar el crecimiento económico permitirá al gobierno chino sortear los desafíos y pruebas de los próximos años.
Ya que si bien es cierto que el modelo de desarrollo chino ha permitido sacar a cientos de millones de personas de la pobreza, también es cierto que las desigualdades sociales se vienen ampliando y están alcanzado un nivel peligroso para el gobierno del Partido Comunista que viene siendo azotado por escandalosos casos de corrupción de algunos de sus dirigentes. Asimismo, la degradación ambiental producida por las industrias que no respetan el medio ambiente es fuente creciente de protestas sociales. Por último, hay una clase media y una población cada vez más informada que está conectada por Internet al mundo y podría reclamar mayores derechos sociales y políticos en el futuro inmediato.
Debido a esos desafíos, Xi Jinping ha señalado que en los próximos años se dará prioridad a la mejoría del bienestar de la población con la elevación de su nivel de vida, con el objetivo de reducir la brecha entre ricos y pobres; y Li Kegiang ha resaltado que las principales tareas del gobierno se encaminan hacia el crecimiento económico, la mejoría del bienestar de la población y la salvaguarda de la justicia social, y se comprometió a enfrentar con más resolución y acciones la contaminación ambiental y la seguridad alimentaria. “Vamos a mejorar el modelo de desarrollo económico chino, lo que significa que el pueblo podrá disfrutar de aire limpio, agua potable y alimentos seguros”, expresó.
Los dirigentes chinos sabrán sortear las dificultades y nuevos desafíos que vienen apareciendo en esta experiencia nueva que significa la construcción del modelo socialista de desarrollo con peculiaridades chinas aplicado desde los tiempos de Deng Xiaoping. El objetivo principal de la quinta generación de líderes será alcanzar una economía próspera que mantenga el crecimiento sostenido y respete el medio ambiente; una economía donde todo el pueblo chino goce del bienestar en armonía. La finalidad es construir una “civilización ecológica”, una sociedad ahorradora de recursos y respetuosa del medio ambiente como lo ha señalado el nuevo presidente chino, Xi Jinping.
 
Lima, 18 de marzo de 2013.
NOTA:
Gracias a una invitación del Gobierno Chino tuve oportunidad de observar algunos de los acontecimientos que he narrado y lo primero que me sorprendió fue la amplia libertad de información del que goza el pueblo chino sobre sus temas internos y sobre su política internacional. Fui testigo de cómo el ciudadano común y corriente sentía indignación ante los anuncios de la prensa en el proceso que se inició para investigar los actos de corrupción de Bo Xilai y su esposa. Del mismo modo, tuve ocasión de presenciar la indignación de los chinos frente a las provocaciones japonesas en lo que se refiere a la disputa por la soberanía nacional sobre las islas Diaoyu. Las manifestaciones anti japonesas no fueron manipuladas por el gobierno chino sino que fueron expresiones espontáneas de los ciudadanos chinos, lo que revela el sentimiento de unidad nacional.
 
Asimismo, conversando con el señor Kang Xuetong, director general para América Latina y el Caribe de la Dirección Nacional del PCCh, pude observar la importancia que tiene para los dirigentes del PCCh y funcionarios de gobierno de la República Popular, las relaciones con los países latinoamericanos y en especial con el Perú.

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