FRANCISCO
EL PAPA JESUITA LATINOAMERICANO
Johnny
Montalvo
Pablo VI (1975)
LOS
JESUITAS
Fue un militar, Ignacio de Loyola
(1491-1556), el creador y primer General de la Compañía de Jesús (Societas
Iesu, S.I.), y de alguna manera eso explica la disciplina y notable
organización que siempre ha caracterizado a los “Jesuitas” que es como
comúnmente se les conoce a los miembros de esta Orden de la Iglesia Católica
fundada el 27 de setiembre de 1540 mediante la Bula del Papa Pablo III “Regimini
militantis ecclesiae”. Otro de los fundadores de la S.I., fue un activo
misionero que llegó hasta la India, Japón y China evangelizando en el África,
el medio Oriente y Asia, Francisco de Javier (1506-1552), quién se convirtió a
partir del siglo XVI en el ideal a seguir como Misionero en tierra pagana. “Francisco
Javier” como fue canonizado posteriormente ha sido un ejemplo a seguir por los
miembros de la Compañía de Jesús. Y es quizá la gigantesca labor evangelizadora
de este “Francisco” la que inspirará a nuestro nuevo Papa, porque pareciera que
es necesario un reforzamiento de la labor Evangelizadora de la Iglesia dado el “Neopaganismo”
que reina en la sociedad consumista actual.
Los Jesuitas aparecen en un momento
complicado de la Historia de la Iglesia Católica haciendo frente a la expansión
del “Protestantismo” que divide a los cristianos en la Europa del siglo XVII.
La Iglesia pasaba por un mal momento en que se vendían las indulgencias (perdón
de los pecados) para poder construir la Catedral de San Pedro que ahora es el
asombro de todos los turistas que visitan Roma. La Compañía de Jesús inicia la
Contrarreforma y logra detener el avance de los Protestantes que parecía
indetenible. Además, con su voto de pobreza y labor educativa, los Jesuitas logran
llevar el mensaje evangélico a las comunidades indígenas de América donde su
labor pastoral y efectividad económica en la producción de sus haciendas
provocan la envidia de los poderes temporales. Esta es la razón por la cual los
gobiernos ilustrados de la Europa del Siglo XVIII forman un frente común contra
la Compañía de Jesús por su defensa incondicional del Papado, su gran actividad
intelectual, su poder financiero y su influjo político. En 1759 comienza la
expulsión y encarcelamiento de los Jesuitas en Portugal; y en 1773 el Papa
Clemente XIV por fuertes presiones de los Reyes de España, Francia y Portugal
suprime la Compañía de Jesús mediante la Bula “Dominus ac Redemptor”.
Sin embargo, cuarenta años después, el
Papa Pío VII restaura la Compañía para hacer frente a los grandes desafíos que
implicaban los efectos en la vida social de la Revolución Francesa, las guerras
Napoleónicas y las guerras de Independencia en la América Hispánica y los
Estados Unidos. La “Restauración” obedece también a que el liberalismo político
ha traído una etapa de ateísmo y fuerte resistencia a la labor de la Iglesia.
Los masones también representan un peligro al afianzarse en un mundo donde poco
a poco irá calando el materialismo y posteriormente aparecerán los postulados
marxistas que presentan a la Iglesia como una droga, como “el opio del pueblo”.
Desde 1824 hasta el Concilio Vaticano II que se celebra en 1962, los Jesuitas
serán identificados con las corrientes conservadoras y elitistas debido a su
incondicional apoyo a la autoridad papal. Su labor principalmente se centra en
las misiones evangelizadoras y la educación en Colegios y Universidades a lo
largo del planeta, pero también comienzan a influir en la labor social de la
Iglesia, y muchos sacerdotes Jesuitas llegarán a tener las posturas más
progresistas del Catolicismo, habiendo estado entre los fundadores de la
denominada “Teología de la Liberación”. En la actualidad con sus más de 17 mil
miembros entre sacerdotes, estudiantes y hermanos, es la mayor orden religiosa
masculina de la Iglesia Católica. Sin embargo los Jesuitas tienen varias
posturas respecto a casi todos los temas de interés del mundo actual. Hay
progresistas y conservadores en la Compañía, lo que no significa un obstáculo
para su sumisión total a la infalibilidad papal y a las órdenes dictadas por su
General, el “Papa Negro”, por el traje que los caracteriza. Una vez asumido el
Papado, Francisco pasa a ser General honorifico de la Compañía de Jesús, una
Orden religiosa que casi desaparece y fue perseguida en todo el mundo. Dios
había deparado para uno de sus miembros el Papado un par de siglos después.
Cuan incomprensibles resultan ser los Caminos del Señor!
HABEMUS
PAPAM!
Es San Francisco de Asís (il
poverollo dÁssisi), como el mismo Papa ha hecho saber a los pocos días
de su asunción a la Cátedra de Pedro el que ha inspirado al Cardenal Bergoglio
a tomar su nombre. Francisco de Asís (1181-1182), es el Santo italiano que
fundó la Orden Franciscana (una de las más antiguas y poderosas órdenes
religiosas) bajo sumisión a la autoridad de la Iglesia Católica en plena Edad
Media y el más absoluto voto de pobreza y austeridad en tiempos en que también como
ahora la Iglesia enfrentaba problemas de relajación en sus costumbres. San
Francisco fue un hombre austero y sencillo que hizo voto de pobreza a pesar de haber nacido en el seno de una
familia burguesa acomodada. Este Santo también se caracteriza por su labor
ecuménica ya que buscó la confluencia espiritual con la Iglesia Ortodoxa de
Constantinopla así como la evangelización del Sultán de Egipto (que lo devolvió
sin hacerle ningún daño al lado cristiano), por lo que es un Santo que goza de
simpatías hasta la actualidad tanto en la Iglesia Ortodoxa de Grecia y Rusia
así como en el mundo árabe. En este sentido, parece ser que el Papa Francisco ha
tomado el nombre del Santo de Asís porque también se identifica en su forma de
vida con il poverollo ya que es reconocido
por su sencillez y austeridad y desde el primer día de su Pontificado ha dado
muestras de humildad pidiendo a sus feligreses reunidos en la Plaza del
Vaticano que oren para que Dios bendiga su Camino pastoral.
El Papa Francisco nació en la ciudad de
Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936 en el seno de una familia de escasos
recursos. Su padre era un inmigrante italiano que trabajaba en ferrocarriles y
su madre fue ama de casa. Se licenció en una escuela secundaria industrial de
técnico químico y tiene estudios en Filosofía y Psicología. A los 21 años
decidió convertirse en Sacerdote, ingresando en el seminario del barrio Villa
Devoto, como novicio de la orden jesuita y se convierte en Sacerdote cuando
tiene 32 años, casi una década después de que perdió un pulmón debido a una
enfermedad respiratoria. Llegó a ser provincial de su orden entre 1973 y 1980,
periodo en el que se opuso decididamente a la Teología de la Liberación. Luego
en 1992 fue nombrado auxiliar de Buenos Aires. Fue presidente de la Conferencia
Episcopal Argentina durante dos periodos. Ya Cardenal de Buenos Aires y tras la
muerte del Papa Juan Pablo II Magno, el 2 de abril de 2005, fue considerado
como uno de los candidatos a tomar el lugar del Sumo Pontífice a pesar que el
mismo Bergoglio se oponía a su candidatura. Se sabe ahora que al final quedó
segundo en las votaciones y fue Ratzinger quien se convirtió en Benedicto XVI.
Debe señalarse que algunos periodistas buscan
ensombrecer el nombramiento del nuevo Papa creando dudas sobre su integridad
moral al aparecer una serie de artículos donde se recrimina la conducta del
cardenal Jorge Bergoglio frente a la dictadura militar argentina (1976-1983).
Se le acusa de haber quitado protección a dos sacerdotes de la Compañía de
Jesús, Orlando Yorio y Francisco Jalics, que fueron secuestrados durante el
régimen del dictador Jorge Rafael Videla. Pero Bergoglio, cuando era Arzobispo
de Buenos Aires ya negó todas las acusaciones que recibió de su supuesto actuar
“pasivo” durante el régimen militar. El actual Papa Francisco señaló al
respecto: “Llegué a ver dos veces al general Jorge Videla y al almirante Emilio
Massera para averiguar por los curas detenidos. Yorio y Jalics fueron
secuestrados durante un rastrillaje. Esa misma noche en que me enteré de su
secuestro, comencé a moverme. No los eché de la congregación, ni quería que
quedaran desprotegidos” (“El Jesuita”, 2010). El Premio Nobel de la Paz
argentino, Adolfo Pérez Esquivel ha negado los supuestos vínculos del Papa
Francisco con la dictadura militar. En declaraciones a la BBC de Londres, el
Premio Nobel ha dicho que “hubo obispos que fueron cómplices con la dictadura
pero Bergoglio no. No tenía ningún vínculo con la dictadura”, dejando mal
parados a los detractores del nuevo Pontífice.
CAMINAR,
EDIFICAR Y CONFESAR
El Papa Francisco es el Primer Papa Latinoamericano.
Los reportes del Banco Mundial señalan que en toda la región existe un
crecimiento económico significativo en la última década pero que aún persisten la
desigualdad y la exclusión social así como graves problemas de seguridad e
insuficiente desarrollo de la infraestructura en saneamiento, educación y
salud. El Papa Francisco conoce estos problemas en carne propia, no sólo por
haber nacido en una familia de escasos recursos sino también porque durante
toda su labor pastoral ha estado comprometido con los más pobres. Es un hombre
muy sencillo al que era habitual verle con calzado desgastado y cuarteado de
caminar en el transporte público (el subte o los microbuses) de Buenos Aires.
Para no realizar gastos innecesarios heredó las ropas del anterior Cardenal
argentino y hasta antes de ser elegido Papa nunca ha usado el vehículo oficial
que le correspondía por su alta dignidad eclesial. Es conocido por su gran
sensibilidad social ya que ha señalado en repetidas ocasiones que “los derechos
humanos tampoco se respetan cuando hay exclusión social y se genera más pobreza”.
Del mismo modo en el año 2004 cuando acaeció la tragedia de la discoteca
“Cromañón” en la que perdieron la vida 200 personas, el actual Papa recorrió
los Hospitales de la ciudad para consolar a las víctimas y familiares. En
Buenos Aires sus feligreses lo conocían porque lavaba los pies de enfermos,
presos o mendigos los Jueves Santos, y también porque vivía con la máxima
frugalidad en un pequeño departamento al lado de la Catedral de Buenos Aires a
pesar de trabajar en el Palacio Arzobispal donde podía residir. Se sabe que se acuesta
y levanta muy temprano, se prepara sus alimentos y siempre ha preferido vestir
la sotana negra de sacerdote en vez de la púrpura de cardenal.
En su primera homilía ante los
Cardenales que lo eligieron ha señalado que corresponde a la Iglesia “caminar,
edificar y confesar”. Caminar iluminando al mundo, construyendo una Iglesia
universal y confesando a Cristo como la luz que ilumina toda la actividad
eclesial. El Papa Francisco traerá nuevos vientos a Roma. Es muy probable que
se trate de solucionar los problemas internos que aquejan a la Iglesia en su
seno como las denuncias presentadas por presuntos abusos sexuales, así como los
temas de actualidad en un mundo que algunos analistas consideran “Neopagano”,
donde existe un declive de los valores cristianos tradicionales y surgen nuevos
desafíos en el tema de igualdad que piden las nuevas minorías (como el derecho
al matrimonio homosexual). El Papa Francisco siempre se ha caracterizado por
decir lo que piensa y nunca se ha quedado callado en los temas de discusión más
importantes exponiendo con argumentos convincentes la posición de la Iglesia
Católica respecto a temas como el aborto o el matrimonio gay. El papa Francisco
sigue siendo un sacerdote que saluda a los feligreses en la puerta de la
Parroquia después de haber realizado la misa dominical. Se ha ganado ya el
cariño de la gente por su sencillez y humildad y ha expuesto claramente que “la
Iglesia Católica no es ni puede ser jamás una ONG con buenas intenciones”. La
Iglesia Católica es la Iglesia de Cristo, del Dios que se hizo hombre en un
pesebre. El nuevo Papa ansia una Iglesia Pobre y para los Pobres. Es un renacer
del mensaje sencillo del hijo de un carpintero que cambió el mundo para siempre
hace dos mil años en una provincia alejada del Imperio Romano. Como Francisco
mismo señaló el mismo día que fue electo Papa, a él también lo han ido a buscar
al fin del mundo. Roma ha hablado, tenemos Papa. Que Dios lo bendiga e ilumine
su Camino de Vicario de Cristo en la tierra. Habemus Papam!
Lima, 17 de marzo de 2013.
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