viernes, 12 de abril de 2013

LA PRECAMPAÑA ELECTORAL DE NADINE HEREDIA


LA PRECAMPAÑA ELECTORAL DE NADINE HEREDIA
Johnny Montalvo Falcón

 
Un sarcástico PPK señaló hace poco que Nadine Heredia no estaba utilizando recursos públicos para hacer una campaña electoral, sino que estaba realizando su “precampaña”. Estaba en todo lo correcto. Si analizáramos la trayectoria de la esposa del mandatario peruano desde que la “familia presidencial” asumió el poder el 28 de julio del 2011 observaríamos fácilmente que su protagonismo ha ido in crescendo hasta el punto de haber señalado hace unos días cuando estaba en uno de sus viajes con recursos públicos que Ollanta y ella “eran un equipo”. Con esto queda demostrado lo que se susurra en todo tipo de recepciones incluyendo las diplomáticas, que Nadine Heredia cogobierna con su esposo. Esto que jamás sucedería en una Democracia (nosotros elegimos a Ollanta Humala no a su esposa), no tendría nada de malo si no fuese porque Nadine Heredia estaría en los planes del Partido Nacionalista para ser su candidata en las elecciones del 2016. Y aquí surgen primero el problema legal: ¿puede postular a la presidencia siendo esposa del actual mandatario?, y el segundo no menos importante, el problema ético: ¿puede Nadine Heredia hacer uso de los recursos públicos para forjar su candidatura y aprovecharse de las inauguraciones, los programas sociales y sus visitas al interior del país para fortalecer su imagen? En cualquier caso, si Nadine Heredia tiene pensado postular es mejor que lo diga de una vez y actúe como los demás candidatos sin aprovecharse de toda la parafernalia que el Estado, con dinero de todos los peruanos, le está brindando “gratuitamente”, precisamente por ser esposa del presidente.

Ollanta Humala ha sido el hombre que ha realizado el giro más radical en su vida que cualquier otro hombre a escala planetaria. Hay que reconocerle el mérito de haber “traicionado” a quienes lo apoyaron para llegar al poder desde el año 2006 al haber dado un cambio de 180 grados en su propuesta primigenia. El 2006 Ollanta Humala tenía apoyo del fallecido Hugo Chávez para impulsar la revolución bolivariana en el Perú, cosa que gracias a Dios no sucedió. El lapso entre la primera y la segunda vuelta del año 2011 fue marcado por la “gran transformación” (la única que ha habido porque se sigue con el modelo económico diseñado por Fujimori) del excandidato chavista al “nuevo” Humala que llego a ser presidente de la República por escaso margen (que lo recuerden los desmemoriados: Humala no obtuvo una victoria apabullante sobre Keiko Fujimori). Pero en ese lapso Ollanta Humala juró y prometió de todo. Y entre esas promesas estuvo la de no buscar la reelección ni modificar la Constitución en ese sentido. El tema de la reelección no sólo nos afecta por nuestra Historia Republicana plagada de intentos de perpetuación en el poder o caudillismos que siempre terminaron en crisis políticas y grandes escándalos de corrupción. También existe una “Constitución Histórica” que rechaza ese intento de perpetuación en el poder desde que Bolívar aprobara su Constitución “Vitalicia”. Se puede decir que por más simpatías que sintamos por un personaje o caudillo siempre terminamos odiando o vituperando al que se quiso “pasar de vivo” y trató por cualquier medio de quedarse en el poder. El caso de Alberto Fujimori es patético. Recibió el 90% de apoyo popular el día que disolvió el Congreso el 5 de abril de 1992 y hoy en día no tiene esa cifra contundente para poder lograr siquiera su indulto (gracia o “piedad” presidencial) a pesar de que sí existe el consenso de que gracias a él se pudo recuperar el país de la debacle en que lo había dejado el primer gobierno de Alan García y de haber detenido el avance del terrorismo. Fujimori fue un “héroe” el 5 de abril de 1992 (también algunos años después con el rescate de los rehenes de la residencia del Embajador de Japón) y hoy es un “villano” para todos los que se autoproclaman “decentes”.

Otro de los motivos por los que en toda América Latina se ha “detestado” históricamente la reelección en cualquiera de sus variables es porque siempre genera corrupción. Estar en el poder por mucho tiempo, aunque sea a través de un mismo Partido (como el PRI en México o la Concertación en Chile), siempre conlleva los riesgos de que se puedan cometer abusos por quienes se creen “intocables” por poseer el poder político. Aquí somos tan desmemoriados que no recordamos que los funcionarios una vez que asumen el poder ya hacen reuniones en restaurantes para decidir temas de Estado (como Omar Chehade que ahora nuevamente aparece en los medios como si no hubiera pasado nada) o contratan a sus familiares o amantes aunque no tengan ninguna calidad profesional, o sencillamente negocian acuerdos por casi dos décadas! Pareciera que el poder en sí mismo conlleva la corrupción en este país donde la exdirigente de Perú Posible, Enith Chuquival proclamaba que había que dedicarse a la política “para hacer platita”. Más aún la continuidad en el poder. El continuismo en materia de poder político es malo en su esencia. Y no hablo de la continuidad que debe existir en los lineamientos de políticas de Estado, me refiero más bien al continuismo de una sola opción política. Eso que existió en los antiguos regímenes comunistas desapareció con el odio más encendido de millones de personas que fueron engañadas por todo un aparato estatal construido durante décadas para mantener el “continuismo” del Partido Comunista Ruso. Todo continuismo en el poder lleva necesariamente a la Dictadura, sea de “derecha” o de “izquierda”. El general Franco y Fidel Castro gobernaron España y Cuba respectivamente, por 40 años o más! Pero hay algo más penoso que tenemos que reconocer en las defunciones de las Democracias, estas siempre suceden con amplio respaldo popular y con una apariencia de legalidad. El Perú ya sabe de esto también porque si no fuera por el expresidente Alejandro Toledo y su Marcha de los 4 Suyos, la mayoría de peruanos hubiera seguido pensando que vivíamos en una Democracia con Fujimori, porque había elecciones cada 5 años, había Congreso y se promulgaban Leyes y aparentemente había libertad de expresión! A pesar que parecía que Fujimori no iba a caer por todo el “andamiaje” construido para preservar el poder durante una década, Alejandro Toledo pudo tirarse abajo la última Dictadura que hemos tenido en el Perú.

Pero precisamente lo que no pudo hacer Alberto Fujimori, quizá lo podría hacer realidad la actual “pareja presidencial”. Es fácil elaborar un PLAN NADINE para  lograr su elección el 2016. Veamos los presupuestos para lograr esa candidatura. Nadine es más inteligente que su esposo (lo reconocen todos), es más carismática y tiene mayor simpatía. De otro lado cuenta con ingentes recursos públicos que son usados descaradamente desde el 2011. Ya se tiene financistas (entre ellos Salomón Lerner), ya se tiene un publicista (Luis Favre), se podrían lograr aliados en la izquierda (¿Susana Villarán?) y en todas las ONGs y los llamados “caviares” en caso de darse una segunda vuelta con Keiko Fujimori. Se pueden ir destruyendo todas las probables candidaturas desde ahora comenzando con Alan García quien puede ser acusado hasta de promover el Narcotráfico en el Perú por el tema de los indultos además de su sanbenito de “corrupto” que tiene por el caso de los Petroaudios. Luego cuando el “aliado” retire su apoyo descargar todas las baterías contra Alejandro Toledo y no sólo con el tema de la casa de su suegra sino sabe Dios todo lo que se puede inventar desde el poder (y esto ya lo experimentó Toledo en las postrimerías del Fujimorato). Se podría hundir un poco más a Castañeda que para el Nacionalismo salió “golpeado” del intento de vacar a Susana Villarán, pero eso sí, manteniéndolo como candidato para dar la imagen que se respetaron las formas en la elección de Nadine. Sin enemigos de peso por haber sido “eliminados” los “corruptos”, sólo quedaría Keiko Fujimori por contar con un respaldo en los sectores populares que nadie puede negar. Por esta razón, todo el equipo de campaña de Nadine Heredia trabajará para lograr el “escenario ideal” de segunda vuelta en el 2016: Keiko Fujimori ha sido elegida para posibilitar el continuismo de la “pareja presidencial”. En su mentalidad, los partidarios de la REELECCIÓN ENCUBIERTA ya vienen trabajando mucho en el tema de difundir en las redes sociales que todos los exgobernantes han sido corruptos (Alan y Toledo están en este rubro), que Castañeda no aclaró lo de Communicore y “perdió” frente a Villarán, que lo mejor para el país es que los nacionalistas continúen en el poder para llevar a cabo la gran transformación (la misma que Humala pregonó antes del 2011). Y lo último que están difundiendo es que los que se oponen a la candidatura de Nadine son “machistas”!!!!

Me resisto a creer que Nadine Heredia pueda llegar a convertirse en presidente del Perú, pero tomando en consideración que las fuerzas democráticas están divididas (Alan y Toledo no se pasan y el único partido que existe está siendo cuestionado sistemáticamente), que el sector empresarial apoyó la dictadura de Fujimori y no es precisamente el poder fáctico “más democrático”, que los militares apoyaran a su “comanche” (por eso del “espíritu de cuerpo” y sobre todo los artilleros del Ejército) y que nunca sabemos cómo decidirá su voto el pueblo peruano, es más que probable que con un eventual triunfo de Nadine Heredia se inicie en el Perú una Dictadura que nunca sabríamos cuando acabaría (si Nadine postula en el 2016 ¿que nos garantiza que Ollanta no postule en el 2021?). La Democracia peruana nuevamente se encuentra en peligro. Estamos advertidos.

Lima, 11 de abril de 2013.

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