LA
PRECAMPAÑA ELECTORAL DE NADINE HEREDIA
Johnny
Montalvo Falcón
Ollanta Humala ha sido el hombre que ha
realizado el giro más radical en su vida que cualquier otro hombre a escala
planetaria. Hay que reconocerle el mérito de haber “traicionado” a quienes lo
apoyaron para llegar al poder desde el año 2006 al haber dado un cambio de 180
grados en su propuesta primigenia. El 2006 Ollanta Humala tenía apoyo del
fallecido Hugo Chávez para impulsar la revolución bolivariana en el Perú, cosa
que gracias a Dios no sucedió. El lapso entre la primera y la segunda vuelta
del año 2011 fue marcado por la “gran transformación” (la única que ha habido
porque se sigue con el modelo económico diseñado por Fujimori) del excandidato
chavista al “nuevo” Humala que llego a ser presidente de la República por
escaso margen (que lo recuerden los desmemoriados: Humala no obtuvo una
victoria apabullante sobre Keiko Fujimori). Pero en ese lapso Ollanta Humala
juró y prometió de todo. Y entre esas promesas estuvo la de no buscar la
reelección ni modificar la Constitución en ese sentido. El tema de la
reelección no sólo nos afecta por nuestra Historia Republicana plagada de
intentos de perpetuación en el poder o caudillismos que siempre terminaron en
crisis políticas y grandes escándalos de corrupción. También existe una
“Constitución Histórica” que rechaza ese intento de perpetuación en el poder
desde que Bolívar aprobara su Constitución “Vitalicia”. Se puede decir que por
más simpatías que sintamos por un personaje o caudillo siempre terminamos
odiando o vituperando al que se quiso “pasar de vivo” y trató por cualquier
medio de quedarse en el poder. El caso de Alberto Fujimori es patético. Recibió
el 90% de apoyo popular el día que disolvió el Congreso el 5 de abril de 1992 y
hoy en día no tiene esa cifra contundente para poder lograr siquiera su indulto
(gracia o “piedad” presidencial) a pesar de que sí existe el consenso de que
gracias a él se pudo recuperar el país de la debacle en que lo había dejado el
primer gobierno de Alan García y de haber detenido el avance del terrorismo.
Fujimori fue un “héroe” el 5 de abril de 1992 (también algunos años después con
el rescate de los rehenes de la residencia del Embajador de Japón) y hoy es un
“villano” para todos los que se autoproclaman “decentes”.
Otro de los motivos por los que en toda
América Latina se ha “detestado” históricamente la reelección en cualquiera de
sus variables es porque siempre genera corrupción. Estar en el poder por mucho
tiempo, aunque sea a través de un mismo Partido (como el PRI en México o la
Concertación en Chile), siempre conlleva los riesgos de que se puedan cometer
abusos por quienes se creen “intocables” por poseer el poder político. Aquí
somos tan desmemoriados que no recordamos que los funcionarios una vez que
asumen el poder ya hacen reuniones en restaurantes para decidir temas de Estado
(como Omar Chehade que ahora nuevamente aparece en los medios como si no
hubiera pasado nada) o contratan a sus familiares o amantes aunque no tengan
ninguna calidad profesional, o sencillamente negocian acuerdos por casi dos
décadas! Pareciera que el poder en sí mismo conlleva la corrupción en este país
donde la exdirigente de Perú Posible, Enith Chuquival proclamaba que había que
dedicarse a la política “para hacer platita”. Más aún la continuidad en el
poder. El continuismo en materia de poder político es malo en su esencia. Y no
hablo de la continuidad que debe existir en los lineamientos de políticas de
Estado, me refiero más bien al continuismo de una sola opción política. Eso que
existió en los antiguos regímenes comunistas desapareció con el odio más
encendido de millones de personas que fueron engañadas por todo un aparato
estatal construido durante décadas para mantener el “continuismo” del Partido
Comunista Ruso. Todo continuismo en el poder lleva necesariamente a la
Dictadura, sea de “derecha” o de “izquierda”. El general Franco y Fidel Castro
gobernaron España y Cuba respectivamente, por 40 años o más! Pero hay algo más
penoso que tenemos que reconocer en las defunciones de las Democracias, estas
siempre suceden con amplio respaldo popular y con una apariencia de legalidad.
El Perú ya sabe de esto también porque si no fuera por el expresidente
Alejandro Toledo y su Marcha de los 4 Suyos, la mayoría de peruanos hubiera
seguido pensando que vivíamos en una Democracia con Fujimori, porque había
elecciones cada 5 años, había Congreso y se promulgaban Leyes y aparentemente
había libertad de expresión! A pesar que parecía que Fujimori no iba a caer por
todo el “andamiaje” construido para preservar el poder durante una década,
Alejandro Toledo pudo tirarse abajo la última Dictadura que hemos tenido en el
Perú.
Pero precisamente lo que no pudo hacer
Alberto Fujimori, quizá lo podría hacer realidad la actual “pareja
presidencial”. Es fácil elaborar un PLAN NADINE para lograr su elección el 2016. Veamos los
presupuestos para lograr esa candidatura. Nadine es más inteligente que su
esposo (lo reconocen todos), es más carismática y tiene mayor simpatía. De otro
lado cuenta con ingentes recursos públicos que son usados descaradamente desde
el 2011. Ya se tiene financistas (entre ellos Salomón Lerner), ya se tiene un
publicista (Luis Favre), se podrían lograr aliados en la izquierda (¿Susana
Villarán?) y en todas las ONGs y los llamados “caviares” en caso de darse una
segunda vuelta con Keiko Fujimori. Se pueden ir destruyendo todas las probables
candidaturas desde ahora comenzando con Alan García quien puede ser acusado
hasta de promover el Narcotráfico en el Perú por el tema de los indultos además
de su sanbenito de “corrupto” que tiene por el caso de los Petroaudios. Luego
cuando el “aliado” retire su apoyo descargar todas las baterías contra Alejandro
Toledo y no sólo con el tema de la casa de su suegra sino sabe Dios todo lo que
se puede inventar desde el poder (y esto ya lo experimentó Toledo en las
postrimerías del Fujimorato). Se podría hundir un poco más a Castañeda que para
el Nacionalismo salió “golpeado” del intento de vacar a Susana Villarán, pero
eso sí, manteniéndolo como candidato para dar la imagen que se respetaron las
formas en la elección de Nadine. Sin enemigos de peso por haber sido
“eliminados” los “corruptos”, sólo quedaría Keiko Fujimori por contar con un
respaldo en los sectores populares que nadie puede negar. Por esta razón, todo
el equipo de campaña de Nadine Heredia trabajará para lograr el “escenario
ideal” de segunda vuelta en el 2016: Keiko Fujimori ha sido elegida para posibilitar
el continuismo de la “pareja presidencial”. En su mentalidad, los partidarios
de la REELECCIÓN ENCUBIERTA ya vienen trabajando mucho en el tema de difundir
en las redes sociales que todos los exgobernantes han sido corruptos (Alan y
Toledo están en este rubro), que Castañeda no aclaró lo de Communicore y
“perdió” frente a Villarán, que lo mejor para el país es que los nacionalistas
continúen en el poder para llevar a cabo la gran transformación (la misma que
Humala pregonó antes del 2011). Y lo último que están difundiendo es que los
que se oponen a la candidatura de Nadine son “machistas”!!!!
Me resisto a creer que Nadine Heredia
pueda llegar a convertirse en presidente del Perú, pero tomando en
consideración que las fuerzas democráticas están divididas (Alan y Toledo no se
pasan y el único partido que existe está siendo cuestionado sistemáticamente),
que el sector empresarial apoyó la dictadura de Fujimori y no es precisamente
el poder fáctico “más democrático”, que los militares apoyaran a su “comanche”
(por eso del “espíritu de cuerpo” y sobre todo los artilleros del Ejército) y
que nunca sabemos cómo decidirá su voto el pueblo peruano, es más que probable
que con un eventual triunfo de Nadine Heredia se inicie en el Perú una
Dictadura que nunca sabríamos cuando acabaría (si Nadine postula en el 2016
¿que nos garantiza que Ollanta no postule en el 2021?). La Democracia peruana
nuevamente se encuentra en peligro. Estamos advertidos.
Lima, 11 de abril de 2013.
No hay comentarios:
Publicar un comentario